Sesión solemne celebrada por el Tribunal Supremo de Elecciones a las veinte horas del cinco de diciembre de dos mil diez, con asistencia del señor Magistrado Luis Antonio Sobrado González, quien preside, la señora Magistrada Eugenia María Zamora Chavarría, los señores Magistrados Max Alberto Esquivel Faerron y Mario Seing Jiménez, y la señora Magistrada Zetty María Bou Valverde.

ARTICULO PRIMERO.- Con motivo de las votaciones efectuadas hoy en nuestro país para escoger Alcaldes, Vicealcaldes, Síndicos, Concejales, Intendentes, Viceintendentes y Miembros de los Concejos Municipales se procede a celebrar la presente sesión solemne a fin de dar a conocer a la opinión pública, los partidos políticos, a la sociedad costarricense y a la comunidad internacional, los resultados provisionales del escrutinio de votos realizado por las juntas receptoras de votos.
ARTICULO SEGUNDO.- El señor Magistrado Presidente, Lic. Luis Antonio Sobrado González da inicio a la sesión, expresando lo siguiente:
“¡Buenas noches!
Al término de este día de votación y con la satisfacción del deber cumplido, el Tribunal Supremo de Elecciones informa que ha culminado exitosamente la jornada electoral. La adecuada planificación, así como el sobresaliente desarrollo de la compleja logística electoral, han rendido sus generosos frutos.
Los costarricenses hemos podido renovar las autoridades locales que, en conjunto con los regidores que escogimos hace diez meses, gestionarán los asuntos municipales durante los próximos cinco años.    
Salvo en Pococí de Limón, en donde nos vimos obligados a posponer la elección para el próximo domingo 12 de diciembre, todas las juntas receptoras de votos del país se abrieron.  Éstas pudieron atender, con eficiencia, a los ciudadanos que acudieron responsablemente a esta nueva cita con nuestro futuro y con nuestra democracia.  En un ambiente general de paz, libertad y respeto a la voluntad popular, que es el tradicional de los procesos electorales patrios, los costarricenses nos hemos manifestado en las urnas.  El pueblo, por intermedio del sufragio, ha hablado; sus líderes políticos y sociales están ahora obligados a escucharlo y, con humildad, deben acatar la sentencia del soberano.  No se espera menos de ellos.
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El Tribunal Supremo de Elecciones proclamaba, al convocar el proceso electoral hace cuatro meses, que “La democracia y sus procesos electorales no son fenómenos que nos vienen dados, ni responsabilidad exclusiva del Tribunal…, sino que los construimos entre todos. A fin de cuentas, a cada uno de los costarricenses nos afectarán, para bien o para mal, los resultados de las próximas elecciones; todos también, en una medida u otra, seremos los responsables de la calidad de este proceso electoral y de saber o no aprovechar las oportunidades que depare”.
Hace una semana, en cadena nacional de televisión, indicábamos que las elecciones municipales son “el evento democrático más cercano: en ellas escogemos un gobierno específico para nuestro cantón y los barrios que lo conforman”.  Las entidades municipales “permiten contar con una administración a la vez eficaz y próxima a las necesidades de cada lugar” y “podrán responder mejor a las demandas de sus comunidades y dotarlas de mayor calidad de vida… siempre y cuando llevemos a esos cargos a personas honestas y capaces. Esa es, precisamente, la importancia de las elecciones del próximo 5 de diciembre y la gran responsabilidad que se deposita en nosotros como votantes”.  Agregábamos que estas elecciones “no son algo que sólo concierna a los partidos políticos. Son, ante todo, un asunto muy nuestro: se trata del parque que usted desea para sus hijos o de la calle que los vecinos demandan ser reparada.  Están en juego los servicios básicos que usted requiere y aquellas cuestiones que más de cerca impactan las condiciones del lugar en el que vive… Esta elección es la de su barrio” (hasta aquí la cita).
Este es el momento propicio para felicitar a todos aquellos quienes, votando el día de hoy, tuvieron la lucidez de comprenderlo y el coraje de no sumarse al facilismo de la mayoría abstencionista.  Las distracciones del fin de año que se avecina, el clima y sus dramáticas secuelas, la situación fronteriza ni otras congojas personales, fueron suficientes para debilitar el ímpetu cívico de ustedes.  En sus manos, sufragantes, esa mayoría dejó la escogencia de los nuevos gobernantes de nuestros cantones y sus barrios.
Mayor aplauso aún merecen quienes, haciendo gala de su empoderamiento ciudadano, tuvieron una participación más intensa en las elecciones de hoy. Nos referimos a las personas que dieron vida a las juntas electorales y, como agentes electorales y partidarios, controlaron la votación y le dieron transparencia. También a ese ejército de miles de costarricenses que, como fiscales partidarios, delegados, guías y auxiliares electorales, encargados de centro de votación y observadores, cada uno desde su particular función, acompañó hoy a las juntas y han garantizado una absoluta pureza electoral.
Es justo también reconocer la forma en que, de muchas admirables y desinteresadas maneras, las instituciones públicas y numerosas organizaciones privadas se comprometieron con el proceso electoral, facilitando la labor de conducción que la familia electoral sabe hacer tan bien.
Frente a tantos costarricenses que supieron asumir los retos de estas elecciones locales, la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo tienen ahora la palabra. A esas instancias corresponde acelerar y dar concreción definitiva al proceso de transferencia progresiva de competencias y recursos estatales a favor de los gobiernos locales.  Así lo ordena la Constitución desde hace casi una década. El debido cumplimiento de ese mandato constitucional, sin excusas ni demoras, nos permite soñar con municipalidades más capaces de dar soluciones eficaces a los problemas comunales; pero también propiciaría mayor interés y compromiso ciudadano respecto de las elecciones locales del 2016.
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Estamos a punto de dar a conocer el primer corte de resultados provisionales, sobre la base de los reportes de las primeras juntas receptoras de votos procesadas. Para que sea más atractiva y provechosa su presentación, haremos uso de tres pantallas colocadas al frente de este auditorio, que permitirán visualizar esos resultados en tres perspectivas: cantonal, provincial y nacional.  
Una vez que nuestro técnico experto haga una breve explicación sobre los elementos de información contenidos en esas pantallas, daremos por concluida esta sesión solemne.
A partir de ese momento, nuestra página en Internet dará cuenta del flujo de los datos mediante actualizaciones periódicas, según se vayan procesando los resultados provenientes de todo el país. Gracias a un moderno y novedoso software que hemos desarrollado, los internautas tendrán una cautivadora experiencia web que les permitirá acceder a una gran riqueza de información.
Antes de pasar a ello, el Tribunal Supremo de Elecciones desea hacer un llamado a todos los ciudadanos para que vivan este desenlace electoral con madurez y tranquilidad.  Si nos toca regocijarnos con el triunfo, hagámoslo con sobriedad y respeto para con los demás; si no es así, asumámoslo con serenidad y grandeza de espíritu.
Todos debemos encontrar la sabiduría necesaria para aceptar que, ante todo, hoy ganó la democracia y que, gracias a ella, todos tuvimos la oportunidad de intervenir en la escogencia de las vecinas y vecinos capaces de forjar, durante el próximo lustro, mejores entornos comunitarios. 
¡Buenas noches!”
ARTICULO TERCERO.-  El señor Dennis Cascante Hernández, Subjefe del Departamento de Tecnologías de Información y Comunicaciones, procede a la presentación del sistema informático para la divulgación de los resultados provisionales.
ARTICULO CUARTO.-  Se decreta un receso para atender a los medios de comunicación presentes en esta misma sesión.    
ARTICULO QUINTO.- A las veintidós horas el Tribunal dispone continuar en sesión permanente a los efectos de atender ampliamente los incidentes de la presente elección.
A las veintitrés horas terminó la sesión.