Abstract:
Un cuarto de siglo después de la firma de los Acuerdos de Paz, El Salvador enfrenta una serie de desafíos democráticos que demandan reformas a su sistema político y electoral. Para comprender la urgencia de dichas reformas, se requiere un análisis prospectivo que proyecte ese nuevo sistema; pero que, a su vez, integre la visión retrospectiva donde se explican los hechos del pasado que dieron origen al conflicto armado. El sistema electoral fue uno de los 7 puntos de la Agenda de Caracas que guio la negociación hasta el acuerdo final de paz. Su desarrollo más pragmático que doctrinario, comprendió las reformas a la Constitución en 1991, cuando se creó la actual autoridad electoral, mediante un Tribunal Supremo Electoral, que sustituyó al viejo Consejo Central de Elecciones y un Código Electoral, que estableció rudimentarias reglas con las cuales se administraron cuatro elecciones presidenciales y seis elecciones legislativas y municipales. En este artículo se plantea la preocupación por la calidad de la representación popular y los mecanismos para su obtención, finalizando con recomendaciones para garantizar legítimamente su ejercicio. Estas propuestas, por venir del jurista italiano Luigi Ferrajoli, adquieren un valor universal y una aplicación a cualquier modelo de democracia liberal.