Abstract:
Si se reconoce que la participación política es una de las mejores maneras de aproximar a los derechos humanos, forzosamente hay temas como la cultura democrática, la democratización, la participación electoral tanto de partidos políticos y ciudadanos como de otros actores sociales que juegan roles fundamentales en las elecciones, que deben ser tomados en cuenta. Para que las condiciones y eventuales regulaciones (o ninguna, si es que ello se enmarca en los textos constitucionales) estén muy claras para todos, sobre todo en el caso de los actores principales del proceso electoral -como son los organismos electorales, partidos y candidatoses necesario que su participación se dé en respeto de una base fundamental que es la equidad. Por eso, una de las más fecundas evoluciones doctrinarias actuales parte de la idea de que los procesos electorales deben estar caracterizados por su integridad, o sea, que todas las etapas de dicho proceso deben ser cumplidas a cabalidad para poder calificar una elección en su conjunto, en su globalidad de partes, como una buena elección. Si la teoría y la institucionalidad electoral avanzan de manera progresiva, progresista y virtuosa, se espera que las personas encargadas de dirigir organismos electorales, en particular el caso de los jerarcas que asumen el delicado papel de administrar justicia electoral, estén profesional y técnicamente, pero sobre todo filosóficamente a la altura del papel histórico y político que deben jugar.